
PRACTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE
PORTAFOLIO DE EVIDENCIAS
"EL CONEJITO VALIENTE"

Había una vez un conejito muy lindo llamado “Max” el cual, salió de su casa en busca de alimento, pues su familia no tenía que comer y como él era muy valiente decidió ayudar.
Se fue rumbo al bosque, pero al llegar ahí se encontró con dos caminos y como nunca había estado en ese lugar no sabía cuál era el camino correcto y solo eligió uno a la suerte.
Cuando llego al final del bosque se dio cuenta que se había perdido y se puso muy triste, pero no se rindió y siguió saltando hasta que se encontró a un león enorme y fuerte llamado “Alex”; Max le conto que se había perdido, el león le dijo que porque había salido del bosque sin compañía si él era solo un pequeño conejito y él le respondió que salió de su casa en busca de alimento pero que el bosque le daba mucho miedo porque los arboles con sus ramas querían atraparlo y eso le aterrorizaba.

El león al escucharlo se rio de él y no le creyó nada. Al ver el conejito que el león era fuerte, pensó en que él podía ayudarlo a encontrar comida pero cuando Max le pidió ayuda, el león no quiso ayudarlo porque creía que solo estaba mintiendo.
El conejito Max muy triste siguió su camino pero de repente sus ojos vieron a lo lejos una pequeña aldea, muy emocionado salto, salto y salto hasta llegar ahí.
La aldea era solamente de conejos de diferente apariencia y color pero muy amables, en cuanto Max llego todos se acercaron para ayudarlo pues estaba sucio y cansado. Los conejitos escucharon con mucha atención a Max y le dijeron que lo ayudarían a encontrar comida.

Entre todos esos conejitos hubo alguien muy especial que atrapo su atención y admiración, era una conejita muy linda y simpática llamada “”Samanta” ella le brindo su ayuda y él se enamoró profundamente de ella.
Se fueron en busca de la comida por un camino muy hermoso, donde había un lago. Durante el camino se encontraron a Alex el león y el muy amable los acompaño. Samanta enseño a Max a sembrar pues en la aldea eran muy buenos agricultores.
Unos días después regresaron juntos a casa de Max para aplicar sus conocimientos de cultivo además de que debía regresar porque su familia lo esperaba pues el llevaría comida. Con el tiempo Alex y Max se hicieron buenos amigos y se visitaban continuamente.

Ahora Samanta ya era parte de la familia de Max; Vivian juntos y felices.

Un día muy soleado Samanta y Max salieron rumbo al lago, querían cruzar al otro lado para conseguir un poco de leña. Había un árbol enorme que atravesaba todo el lago, ellos rápidamente saltaron sobre el árbol pero repentinamente Samanta cayo hacia el agua y Max muy valiente salto de tras de ella para ayudarla, sin embargo ambos fueron arrastrados por la corriente.

Después de un largo rato por fin llegaron a la orilla de una aldea grande, ahí vieron cosas que nunca habían visto.
Había muchas flores, arboles grandes, animales que nunca antes habían visto y lo más importante muchísima comida.
Los animalitos eran muy amables y les brindaron ayuda hasta que pudieran recuperarse. Duraron algunos días ahí y cuando por fin se sentían bien decidieron regresar a casa, como sus nuevos amigos eran buenos para el cultivo y sabían que de dónde venían Samanta y Max no tenían suficiente comida decidieron contarles su secreto.
El gran secreto era mágico, tenían un árbol que producía semillas, pero no eran unas simples semillas, eran unas semillas mágicas que al sembrarlas y regarlas crecían rápidamente produciendo mucho alimento. Entonces los animalitos les obsequiaron unas cuantas semillas y una rama de su árbol mágico para que la plantaran en su aldea y así tuvieran sus propias semillas mágicas. Contentos y asombrados les dieron las gracias y comenzaron su viaje de regreso a casa.

Durante su camino ellos pensaron en como le harían para volver ahí pues querían visitar a sus amigos en otra ocasión y entonces pum, la idea llego, ellos comenzaron a tirar algunas semillas en el transcurso de su camino para dejar un rastro.
Estaban muy contentos pues ya no tendrían que preocuparse por comida nunca más.

Iban rumbo a su casa cuando de repente una pantera grande y negra llamada “Lula” salto sobre ellos y quiso comerlos, pero apareció por suerte Alex el león y el los defendió, hiso que la pantera se fuera pues le tenía miedo, sin embargo el león no era lo que ellos creían pues los traiciono y se los trago de un solo bocado sin siquiera masticarlos.



Como los conejitos Samanta y Max eran muy saltarines, saltaron y saltaron dentro de la panza del león y él no pudo mantenerlos en su estómago pues le produjeron un dolor muy fuerte y los vomito, muy enojado Alex quiso comérselos de nuevo pero apareció Manuel un cazador que vivía en una aldea cercana al bosque y mato al león, así los conejitos quedaron a salvo, pero el cazador no iba solo, su pequeña hija Alicia lo acompañaba y ella corrió para abrazar a los conejitos quedando encantada con ellos pues eran muy listos y bellos, así que se los llevo.
Al llegar a su casa Alicia los encerró en una jaula pequeña y les dio de comer pero ellos solo querían irse a casa.
Alicia los quería mucho sin embargo podía notar que sus conejitos no eran felices así que decidió dejarlos libres para que regresaran con su familia.

Como agradecimiento Samanta y Max les obsequiaron algunas de sus semillas a Alicia y a su Padre Manuel para que sembraran y nunca les faltara alimento.
Al regresar a su casa toda la familia los recibió con alegría, ellos les platicaron toda su aventura y todos quedaron muy admirados por su valentía, fue así como Max fundo su propia aldea donde no les faltaría comida y además serian conejitos muy valientes y amables que siempre ayudarían a su prójimo.
Samanta y Max se casaron y tuvieron 8 conejitos hermosos, visitaban a sus amigos y ayudaban a todo aquel que no tenía comida.
Así vivieron felices para siempre.
FIN.
